Para el primer libro de la escritora Ana Muriz, Naufragios de sal y arena, realicé el diseño de portada y contraportada, así como ilustraciones interiores que acompañan y dialogan con algunos de los textos.

La propuesta gráfica nació directamente de la carga emocional del libro: un viaje de introspección, pérdida y redescubrimiento, donde cada relato navega entre el amor y el desarraigo. El reto fue traducir esa intensidad poética y confesional en una imagen editorial coherente, delicada y simbólica.

Diseñé una portada que respira la esencia del mar, la fragilidad del papel y la fuerza del mensaje. La contraportada completa esa atmósfera con una continuidad visual que envuelve al lector desde el primer contacto con el libro.

Las ilustraciones interiores actúan como pequeñas pausas visuales entre los poemas: metáforas dibujadas que complementan el tono íntimo y emocional de la obra. Cada trazo fue pensado para no sobrecargar, sino acompañar —como lo haría una marea suave— las palabras de Ana.

Este proyecto me permitió unir mis dos pasiones: el diseño gráfico y la ilustración poética, en una obra cargada de sensibilidad y verdad.